En España una de las noticias económicas de esta semana es la publicación de las cifras de morosidad de los bancos. Así que es un momento excelente para explicar que es la morosidad para las familias, y mostrar las diferencias respecto la aplicación del concepto para las empresas (en especial las PyMEs) y para los bancos.
Qué es la morosidad.
Este concepto hace referencia al impago de prolongado o repetitivo de una deuda, que puede estar vinculado a las ventas de una empresa, a un crédito rápido que ha pedido una persona, a un jornal de un trabajado o a una hipoteca. Además hay que tener en cuenta que la morosidad tiene dos puntos de vista diferentes: el de la persona, empresa o entidad que no paga, llamada moroso, y el de la parte que no recibe el dinero.
Por ello cuando se mira la morosidad de las familias se relaciona con las deudas que tienen (prestamos personales o hipotecas) que no pagan. Mientras que cuando el periódico escribe sobre la morosidad bancaria se refiere a la cantidad de dinero que el banco no ha podido cobrar del dinero que se le tenía que devolver. Al mismo tiempo los bancos suelen separa a sus deudores en tres grupos: familias, autónomos y empresas.
Morosidad en la economía familiar.
Desde el punto de vista de la economía doméstica la morosidad son todos los pagos que lleven más de 30 días de impago. Lo ideal es que aunque tengas deuda y puedas arrastrar algún impago con tu banco durante unos días, no arrastres los números rojos más de un mes.
En el caso de que te des cuenta de que no vas a poder pagarlo antes de llegar al día 30 ponte en contacto con tu banco o con la empresa de préstamos online que te ha dejado dinero. Si lo haces así tienes alguna posibilidad de pactar con ellos como vas a pagar lo que les debes y con un poco de suerte que no te metan en una lista de morosos, normalmente el ASNEF. Entrar en estas listas no es el fin del mundo pero te cerrará las puertas a los préstamos de los bancos durante 6 años y también a una gran parte de créditos online.
Morosidad comercial de autónomos y PyMEs.
En España la morosidad de las empresas productivas o de servicios es un tema bastante grave. Este mismo verano el CEPYME anunciaba que el 60% de la morosidad agregada se debe a las pequeñas y medianas empresas. Además de ser una parte muy elevada de la deuda privada de España este tipo de morosidad es la que más afecta a la economía Española ya que hace que se frene la actividad productiva de las empresas.
En el caso de los autónomos y PyMEs la morosidad es diferente porque lo normal es que tengas deudas pendientes de pagar a algunos distribuidores y al mismo tiempo los clientes de retrasen varios meses en pagar. De hecho en España se ha vuelto habitual que los pagos se realicen con una demora de más de 30 días, empezando con la administración que es quien suele tardar más en pagar algunos servicios profesionales.
Para solucionar la morosidad comercial de autónomos y PyMEs en los últimos años han surgido varias iniciativas que tratan de gestionar el impago de tres o más empresas de forma amistosa, consiguiendo que se cancelen deudas.
¿Qué es la morosidad de la banca?
La noticia económica de hoy es que Bankia y CaixaBank se han convertido en las entidades españolas que más han reducido su tasa de morosidad en lo que va de 2014. Cuando se trata de los bancos la morosidad se expresa como una tasa o porcentaje, porque se refiere a la cantidad de dinero que han prestado y que está en una situación de impago grave. Dicho de otra forma, es la cantidad de dinero que el banco no tiene claro cuando va a poder cobrar y si lo cobrará alguna vez. Está formado por dos elementos.
Por otro lado los bancos también ofrecen una valoración sobre la evolución de ese porcentaje, que puede reducirse o aumentarse cada mes, que es en lo que este 2014 Bankia y CaixaBank son líderes (en parte porque eran dos de los bancos españoles con una tasa de morosidad más elevada cuando empezó el año).
Como es posible que parte de esta deuda no la recuperen nunca los bancos están obligados a tener cierta liquidez que permita amortiguar el impago. Es lo que se llama Ratio de Cobertura, y en los bancos españoles está alrededor del 50%.